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Cholula se encuentra en una de las zonas geográficas más espectaculares del territorio mexicano, en la vertiente Este de los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl, cadena montañosa que se alza a más de cinco mil cuatrocientos metros sobre el nivel del mar. En la antigüedad se les consideraba a estas montañas como el hogar de diversas divinidades, especialmente de Tláloc, el dios de la lluvia. Continuando por las faldas de este macizo, hacia el Este de esta zona arqueológica, se extiende el gran valle de Puebla.
Cholollan, actualmente conocido como Cholula significa "Lugar de los que huyeron" o "Agua que cae en el lugar de huida". Su nombre primitivo era Tlachihualtépetl ("cerro hecho a mano"). Se trata de un importante asentamiento prehispánico que goza de una ocupación ininterrumpida por más de 25 siglos hasta nuestros días; en el subsuelo guarda los vestigios de los primeros grupos sedentarios de la región, los que se ubicaron por el año 500 a.C., en las márgenes de antiguas lagunas.
Durante el periodo clásico (0 a 850 d.C.) Cholula se desarrolló a la par que Teotihuacán y toma de este el estilo arquitectónico Talud-Tablero, aunque le imprime un sello propio; por ejemplo, el talud lo concibe inclinado y con una especie de escapulario grabado y, al tablero sencillo de Teotihuacán le aplica un doble marco. Es durante este periodo cuando los cholultecas construyen la Gran Pirámide, impresionante monumento de 350 mpor lado y 66 m de alto, que guarda en su interior los restos de innumerables edificios y adosamientos, constituyéndose en una de las pirámides más grandes de la cultura mesoamericana, dos veces mayor que la pirámide del Sol en Teotihuacán, y cuatro veces más grande en volumen que la de Keops, en Egipto.
Maqueta de la zona arqueológica de Cholula | Vista parcial de la zona arqueológica. |
El gran número de templos de Cholula construidos durante el Clásico lo convierten en una ciudad sagrada, visitada en procesiones por todos los pueblos de las distintas regiones del ámbito mesoamericano. Las tradiciones mixtecas afirman que Cholula tenía más de 400 recintos religiosos; esto puede ser debido a que actuaba como cruce entre culturas, por lo que atrajo a los mixteca y a otros grupos migratorios, así como a toltecas y a aztecas. Esta experiencia de peregrinación religiosa está apuntada en las crónicas escritas en la época de la conquista española.
A la llegada de los españoles, como en muchos otros sitios, los templos prehispánicos fueron derrumbados y usados para asentar las iglesias católicas. La monumental iglesia de Nuestra Señora de los Remedios se asienta sobre el cerro bajo el cual yacía la Gran Pirámide. Hernán Cortés entregó Cholula a su teniente Pedro de Alvarado, que dio órdenes de destruir la mayor parte de los templos que encontraron los españoles y de construir iglesias sobre sus cimientos. En el periodo colonial se erigieron 39 iglesias, se destaca también la Capilla Real, con 63 bóvedas. Actualmente existen más de 300 iglesias católicas en Cholula. Esta tradición sagrada también se testimonia por la abundancia de celebraciones religiosas locales en su calendario.
Iglesia de Nuestra Señora de los Remedios. |
En el Posclásico (850 a 1521 d.C.) llegan los olmecas-xicalancas y posteriormente Quetzalcóatl con los tolteca-chichimecas; éstos últimos marcan un nuevo auge y desarrollo en la ciudad; se abandona la Gran Pirámide y se construyen nuevos templos en el área que ocupa el actual convento de San Gabriel Cholula. Hoy día, además de la función religiosa, Cholula es un importante centro alfarero creador de la cerámica policroma cholulteca tan apreciada en su época y admirada en la actualidad.De acuerdo con las crónicas de Motolinia, Moctezuma comía en loza colorada de Cholula, lo que significa que ésta era la vajilla más fina y el antiguo señor de Tenochtitlan, mandaba a traer su loza desde este lugar.
Cerámica de Cholula. | Escultura en piedra. Museo del sitio. |
Uno de los principales atractivos de la visita a la zona arqueológica lo constituyen los tres altares que se encuentran en sendos lados de la plaza o patio de los altares.
El primer altar, está formado por dos losas, una horizontal y otra vertical. Cuenta con decoraciones en bajorrelieve, formando un cenefa que rodea el marco de la estela (en la vertical), y en el canto de la losa (en el horizontal); el motivo de ambas decoraciones son unos ganchos entrelazados.
El segundo altar es una losa de forma rectangular. Su decoración consiste en un bajorrelieve con dos serpientes emplumadas y ondulantes. También tiene los motivos de ganchos entrelazados del primer altar.
El tercer altar difiere de los anteriores debido a que su extremos superior termina en ángulo. Debido a su tamaño y peso; este altar tiene la peculiaridad de que fue encontrado en dos secciones: su extremo inferior fue localizado aproximadamente a 40 metros de la otra parte. Lo que puede significar que fue destruido antes de abandonar el sitio, posiblemente como una forma de respeto para evitar su mal uso.
Los altares muestran similitudes con los que se encuentran en Tajín. Este es un dato que más de las relaciones de ambos centros. Durante las exploraciones se encontraron ofrendas de conchas y caracoles bajo los altares, lo que indica su culto a Quetzalcóatl.
Detalle del segundo altar. |
En 1931, la pirámide comenzó a explorarse por el arquitecto Ignacio Marquina; desde entonces se ha reconstruido una gran red de túneles y se descubrieron siete pirámides superpuestas. En la segunda se halló el Mural de las Mariposas. En un edificio anexo se encontró el Mural de los Bebedores (56 x 2 metros), con más de cien figuras antropomorfas que escenifican una ceremonia en honor de Octli, el Dios del Pulque. En el Museo del Sitio se pueden ver las réplicas de ambos murales
Fuentes: ° Instituto Nacional de Antropología e Historia. ° Historical Atlas of Ancient America, Norman Bancroft Hunt, Checkmark Books, New York, 2001. ° Estado de Puebla, Grupo Azabache, con investigación y textos de Leticia Gamboa Ojeda, del Instituto de Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad Autónoma de Puebla, México, 1994. ° Entrevista al antropólogo Eduardo Merlo, El Universal, 2 de abril de 2007.
Fotografías: ° Luis Guerrero Martínez ° Luis Antonio Guerrero V. (Toto)